La salud mental es un tema que, hasta hace poco, era un ámbito relativamente inexplorado por las personas ajenas al campo de la medicina; es tanto así, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la mitad de las enfermedades mentales en las personas se inician antes de los 14 años, pero en muchos de los casos no son tratadas.
Aunque muchas personas no lo sepan, el cuerpo humano (y más el de nosotras, las mujeres, que es un templo cargado de un devenir de hormonas, además de que vivimos en una sociedad que nos lo complica todo) es un conjunto de elementos que van unidos y deben mantenerse protegidos y equilibrados para estar en armonía física; anímica; social; laboral; entre otros.
Para preservar tu salud mental, te damos las siguientes recomendaciones:
- Ejercítate
El ejercicio físico es un amortiguador de estrés muy útil. No solamente supone una distracción para las personas en momentos de estrés, sino que aumenta el autoestima, estimula la producción del factor neurotrófico cerebral, te permite tener control sobre tu propio cuerpo y facilita un entorno sano de convivencia.
- Atiende las señales
Tu salud mental no es un chiste; aunque no parezca, no es necesario que haya un factor externo que intervenga para que comience a verse afectada. Algunos de los primeros síntomas de que no todo anda bien, son:
-Falta de apetito
-Falta de energía
-Desórdenes en tus horarios de sueño
-Sentimientos inexplicables de culpa
-Desinterés por lo que solía entusiasmarte
-Sensación constante de preocupación
Si sientes que alguno o varios de los síntomas anteriormente mencionados te afecta con frecuencia, es momento de visitar un especialista, ¡no está mal pedir ayuda cuando es necesaria!
- Aliméntate bien
Tu cerebro no solo hace parte de tu cuerpo, sino que es el encargado de enviar señales a cada uno de tus órganos para que tengan movilidad; y como todos los órganos que nos componen, necesita nutrientes que afiancen su funcionamiento. Alimentos ricos en vitamina b, aminoácidos, omega 3 e hidratos de carbono, son esenciales para asegurar el bienestar y brindarle energía suficiente a tu cerebro para que haga su trabajo en tu estado de ánimo.
- Evitar el tabaco, el alcohol y los psicoactivos es primordial.
Estas afectan el funcionamiento del cerebro y su abuso conlleva a daños irreparables para nuestra salud mental; además de generar dependencia, deshidratación, y desequilibrios químicos, tienen consecuencias psicosociales que se derivan en comportamientos disfuncionales como la delincuencia, aislamiento, agresividad y una percepción distorsionada de nuestro entorno.