Carta abierta a mi exnovio

Carta abierta a mi exnovio

Tumbados en la cama después de haber hecho el amor como si fuera la última noche de nuestras vidas, entre extasiados, agotados y felices, montamos en nuestras mentes, mientras conversábamos, la más hermosa película romántica jamás hecha en la industria cinematográfica. Era una mezcla de clichés gastados, como el beso en una noche fría parisina debajo de la Torre Eiffel, hasta ideas tan originales como locas que solo se nos ocurrirían a nosotros. El final del libreto de esa cálida conversación de un frío noviembre lo sellamos con un abrazo, un abrazo de esos que susurran cosas lindas, un abrazo que me hacía soñar con que las escenas de esa película imaginaria las íbamos a protagonizar en la realidad. Qué abrazo tan mentiroso, mi querido exnovio, ex amigo y ex compañero de sueños.

 

Carta a mi exnovio
Imagen extraída de: https://bit.ly/2EfTZHN

 

No te voy a negar que el día que supe que estabas teniendo encuentros furtivos con Andrea, la mejor amiga de tu prima Lorena, desde hace cuatro meses, la vida se me vino a cuestas, o mejor, yo me le fui a ella, de rodillas.  Entré en una crisis de la que creí que nunca iba a poder salir. Todos los días el cuerpo me pesaba toneladas y yo no tenía fuerzas para arrastrarlo. Te odié a ti, odié nuestros planes a futuro, odié las ciudades que visitamos y las que nos faltaban por visitar, odié a Lorena por haberte presentando a Andrea, odiaba referirme a ti como “mi exnovio” cuando te tenía que evocar…odié la vida.

 

Cuando se está despechado todo duele porque el dolor tiene una memoria envidiable. Cada canción, cada lugar, cada comida, cada imagen, cada olor; todo me recordaba a ti, era como mantener el dedo en la llaga sin tregua ni descanso para respirar pero yo debía ser o, al menos, hacerme la fuerte. Algún día me levanté pensando que para olvidar y superar hay que cortar de raíz, por eso te eliminé y te bloqueé de todo lo que me pudiera unir a ti. También decidí que debía dejar de pensar en lo que pudo ser y no fue; en nuestro beso en París, de nuestro desayuno en las playas de México, de nuestra finca llena de perros. (Lee también: “Dejar ir”)

 

Ni los consejos de mis amigas, ni los videos motivacionales, nada fue tan efectivo como el tiempo. Me llené de valor, tomé una bocanada de aire y esperé que los días pasaran. Eso fue alivianando mi alma, aunque a decir verdad no fue fácil. Hoy no te odio, te agradezco, no te deseo el mal te auguro buena suerte, no tengo rencores, tengo aprendizajes. Hoy eres Sebastián, mi exnovio, por el que subí al cielo y  por el que rocé el infierno. Hoy agradezco a la vida porque las personas que te engañan no te merecen.

 

Carta al exnovio
Imagen extraída de: https://bit.ly/2uIwgQR

 

 

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