Diciembre, amor y odio

Diciembre, amor y odio

Diciembre, amor y odio
Imagen extraída de: http://bit.ly/2AT6HvY

 

“Ay maldita Navidad. Ya vienes con tu bullicio. Veo que todos se divierten. Para mí es un sacrificio…”

Podría decirse  con certeza que diciembre es el mes más esperado del año por lo que significa religiosa, social, sentimental y económicamente en la mayoría del mundo, y no puede decirse que en todo porque en algunos países, mayoritariamente musulmanes, esta no es una tradición oficial por cuestiones ideológicas. Sin embargo, en estas latitudes y lejos de restricciones, muchas personas rechazan categóricamente la navidad, su parafernalia, y todo lo que gira en torno a la fecha. Esta condición es más común de lo imaginado, tanto así que en el mundo de la Psicología la reconocieron como un verdadero problema y le acuñaron términos como “Depresión navideña” o “Blues de Navidad”.

Todos tenemos mínimo un amigo amargado que odia la Navidad. Nunca quieren ir a nada pero cuando van critican todo. Los más amigables se dedican a hacer mala cara sin decir nada. Su aversión a la Navidad puede tener una explicación lógica que parte de un suceso específico y en otros casos es una molestia irracional. O quizás soledad. O simplemente, amargura.

 

“Mira como se nos vino de nuevo la temporada, de los buñuelos, la fiesta, la natillita y la marranada. Hasta las penas se olivada al ver las casas tan coloreadas…”

En contraste están los que aman con locura a diciembre, para ellos este mes tiene 75 días porque empiezan a celebrarlo desde noviembre, mes que declaran inexistente, y se va más o menos hasta mediados de enero. Sus oídos están diseñados para escuchar exclusivamente a Rodolfo Aicardi, Pastor López, Calixto Ochoa y compañía, para temas laborales poca cabeza. Su mente siempre está pensando en natilla, buñuelos, chicharrón, cerveza y amigos. Sus ojos se dilatan cuando ven luces, árboles y demás arreglos navideños y su corazón se agita todo el mes al ritmo de la música decembrina.

 

“Más allá del rencor, de las lágrimas y el dolor, brilla la luz del amor, dentro de cada corazón. Ilusión, Navidad, pon tus sueños a volar, siembra paz, brinda amor, que el mundo entero pide más…” 

Otros optan por asumir la Navidad de manera más modesta, ven en la fecha una excusa o una oportunidad, como se le quiera ver, para compartir una cena con sus seres queridos, para intercambiar regalos, para descansar y para disfrutar lejos de la algarabía y el jolgorio típico de nuestra gente. Pues diciembre, para muchos, también es época de descanso y vacaciones, tiempo de tranquilidad y regocijo, tiempo de familia y amigos.

 

Cualquier manera de vivir diciembre es respetable, indudablemente es una chance de cerrar el año de la mejor manera, en paz con los demás y consigo mismo. Una oportunidad para dejar atrás rencores, para perdonar y para empezar bien una nueva historia, porque el inicio del nuevo año trae consigo la posibilidad de renacer y de reinventarse. Anímense a trazar nuevas metas y a darlo todo en los próximos 365 días para que se conviertan en una realidad.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *